Reflexiones prosaicas.





En situaciones límite me comporto con una extraña frialdad. Son los pequeños detalles los que me descontrolan.
Escuchar la misma perorata sobre la misma anécdota, seis veces en un día es demasiado hasta para mi, más que probada, paciencia, que no es tanto paciencia como facilidad para aislarme del entorno y dejar que la imaginación escriba un soneto, sobrevuele un rostro, o vaya pergeñando alguna estrategia para enfrentar los problemas reales que no terminan nunca de solucionarse.

Tanto bla, bla, bla intempestivo y me terminé abrasando una mano con sopa hirviendo.

Duele mucho quemarse de esa forma, aunque intentes contrarrestar el dolor metiendo la mano bajo un chorro de agua fría. Duele mucho, pero al menos, ante mi aullido, se calló como un muerto.

Lo malo son los verdugones que me han quedado de recuerdo, aunque terminarán borrándose, como su memoria.





Será porque ha pasado por demasiadas pérdidas, que no pasa por mí como algo inefable, como algo líquido y fluyente que arrastra la miseria de la memoria y alguna que otra brizna de esperanza. 
Se ha vuelto consistente y necesario como un desayuno cotidiano para un estómago repleto de vacío.
Podría prescindir de él hasta el almuerzo con sólo una molestia controlable, mas a la hora de la cena ya tendría un motivo imperioso para llevármelo a la boca de la desmotivación.

Qué belleza letal la de su desnudez devolviéndole el ansia a mis papilas, desperezándose en blanco y negro sobre mi lengua.
Qué extraño estar tan cerca con tan sólo el asombro de por medio para paliar el hambre.


Me dejo resbalar por su largo declive y acabo en mis orígenes de piedra, en el vestíbulo de la devastación.
Juro que habría querido odiarle con todas las letras, con todo el corazón, con todo el grito, pero no me bastó la voluntad osmótica.

Siempre me equivoqué de precipicio.



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Antología Ultraversal. Poética del Arrebato. Edit. Libros en Red.

Antología Ultraversal. Poética del Arrebato. Edit. Libros en Red.
Este libro es un perfecto ejemplo de cómo autores de diferentes etnias, nacionalidades, costumbres, educación y condiciones sociales pueden llegar, a través de un mismo idioma, a congeniar poética y humanamente desde su particular idiosincrasia. Está dirigido tanto a los lectores amantes de la poesía de nuestro tiempo como a los que se inician en cualquier camino literario, y también a los interesados en la riqueza léxica del español, a los traductores y a todos aquellos que deseen ampliar sus conocimientos sobre la enorme diversidad de idiomática de los países hispanoparlantes. Es una brillante alianza intercultural a través de la palabra como nexo artístico. Un libro de identificación y búsqueda, escrito para abrir puertas y ventanas emocionales de vital sugerencia en las paredes de cada intimidad.

¿Cuántas realidades hay?

¿Cuántas realidades hay?
Neuromante, emocionauta y hasta una broma digital llegado el caso, pero yo que le leo y le siento y me enfrío o me caliento sin posibilidad de escape ante su voz, digo que ahí hay un hombre único que crea realidad y se recrea a sí mismo en la palabra y se define entre lo abstracto y lo concreto y ocurre en mí de la misma forma en que yo puedo ocurrir en él, con la fugacidad de una brutal quemadura que al enfriarse deja una cicatriz indeleble en la piel.La palabra crea la emoción y la emoción es la realidad más pura, más intensa, más exacta del hombre, la que mueve el mundo para bien y para mal.No hay nada que no se pueda expresar cuando se siente, porque, incluso si se tratara de un mero ejercicio intelectual de un autor talentoso, desde el momento mismo de escribirlo está creando la tensión que lo hace real para el que lo recibe y siente al recibirlo. Lo único que podría matar su extrema realidad, sería su silencio.

Nautas

Akhenazi. Espacio a tu costado.